Al fondo del mar hay un desierto,
una absurda pesadilla de ojos grandes,
un silencio plano y elocuente;
una soledad cobarde,
cuatro estrellas descarnadas
y un candil borracho bailando en la penumbra
Bebo de la misma luz desde hace tiempo
deambulo en tus laberintos silenciosos,
extraño tu pelo.
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